domingo, 19 de mayo de 2013

Con el mismo huevo...


          La reproducción de las abejas se basa en el desarrollo de individuos diferentes según la fecundación o no de las células reproductoras femeninas. Tienen por tanto reproducción sexual en el caso de las obreras y partenogénesis en el caso de los zánganos.
          La reina una vez durante su vida, sale de la colmena en un vuelo largo y a bastante altura y es perseguida por los zánganos hasta que el mas fuerte y resistente consigue fecundarla.
          El esperma del zángano es almacenado por la reina en un órgano especial, la espermateca, y allí es conservado durante toda la vida de la reina.
         Cuando la colmena necesita reponer abejas obreras la reina pone huevos en las celdillas que las abejas han construido para este fin y que obligan por su tamaño a que la reina contraiga el abdomen y la espermateca quedando así el huevo fecundado en la puesta.
         En cambio al poner los huevos en las celdillas de zángano que son bastante mayores la espermateca no se contrae y por tanto el huevo no queda fecundado. Es decir que el zángano solo participa de los genes de la reina: las células sexuales femeninas de la reina son las que van dividiéndose sin intervención ni herencia de los cromosomas masculinos. Esta es la reproducción por partenogénesis.                            
                                                   
         Pero, esto no es todo amigos, en los casos en que es necesario para la colonia de abejas por muerte accidental de la reina o por necesitar renovarla si esta ya es vieja o esta enferma, de los huevos fecundados de los que se desarrollan las abejas obreras, y solo con cambiarles la alimentación consiguen el desarrollo de una nueva reina. (Continuará…)                                             La Reyna de la belleza.

jueves, 16 de mayo de 2013

Las abejas nos enseñan matematicas.



La apasionante vida y estudio de las abejas te sorprende constantemente y una de las “curiosidades” que se refiere a la construcción del panal tanto para el almacenamiento de la miel y el polen como para la cría es la realización con cera de múltiples hexágonos que acaban formando la estructura de la colmena.


¿Por qué la figura geométrica usada es el hexágono?



            LAS MATEMATICAS NOS DAN LA SOLUCION


Naturalmente se trata de construir celdillas individuales que aprovechen al máximo el espacio de almacenamiento formando todas ellas un mosaico sin huecos ni espacios vacíos, y sin entrantes o salientes entre celdilla y celdilla.


La explicación matemática es que entre todas las figuras geométricas con polígonos regulares y con el mismo perímetro, tienen un área mayor aquellas que tienen un mayor número de lados.


Por tanto la figura geométrica que cumple la afirmación anterior sin dejar huecos entre sí al unirse con otras, a la vez que optimiza el espacio, matemáticamente es el hexágono.


Cómo las abejas han llegado a esta elección pues eso sí es un misterio.

lunes, 13 de mayo de 2013

Desde siempre de la colmena hemos recogido productos muy, muy valiosos y apreciados.


                   La miel es uno de los primeros alimentos del hombre y por supuesto el primer y único edulcorante hasta el procesado de la caña de azúcar.
             Desde la antiguedad los productos apícolas han estado, como lo demuestran incluso algunas pinturas rupestres, en la esencia de los rituales mágico-religiosos de los habitantes africanos. 
             Los pueblos egipcios, y después los griegos, árabes y romanos han disfrutado de las propiedades antisépticas, calmantes, tonificantes, y diuréticas de la miel. 
             Pero además, la cera y el propóleos eran parte esencial en los ritos de momificación egipcios. En pirámides y enterramientos antiguos se han encontrado restos de miel  y otros productos apícolas que se ofrecían al difunto para el viaje de reencarnación. 
             No solo se utilizaban como alimento sino que eran especialmente valorados para la creación de bálsamos, cremas y ungüentos aplicados a la piel, solos o con el añadido de aceites o maceraciones. Recetas que incorporaban el huevo, la cebolla, aceite de almendras o pétalos de flores; para conseguir todo tipo de mascarillas y cremas. La cera, la miel, el propóleos eran ya no solo alimentos sino un tratamiento de belleza para la piel.
            A la vez la capacidad bacteriostática de la miel y su especial composición de azucares, antifúngica, la convertían en un gran remedio para el tratamiento de heridas abiertas y cicatrices, para alivio de las insolaciones y las irritaciones cutáneas... la miel mezclada con propóleos era un gran bálsamo relajante y protector de infecciones...
            Todos los productos de la colmena ocupaban todo el rango de la vida desde la alimentación, al cuidado de la piel, y de la belleza a la primera medicina.
            Hoy huyendo de alergias y químicos agresivos, volvemos a la sencillez de los productos que nos han acompañado siempre: naturales, inocuos y a la vez potentes, los productos de la colmena, los productos de Miel el Abuelo Felix.



Empieza a cuidarte!!